Delegación María Inmaculada

sábado, 17 de mayo de 2014

XI Capítulo General. Mensaje Final



SEAN MIS TESTIGOS POR TODA LA TIERRA”
Discípulos-hermanos-misioneros


Queridos hermanos y hermanas de la Obra.

Animados por la luz del Señor Resucitado y con la fuerza transformadora del Espíritu Santo, nos hemos reunidos en Maguzzano para celebrar el XI Capítulo General de nuestra Congregación.

El Capítulo ha sido un Kairós, o sea, un tiempo de gracia, en el cual hemos buscado de entender “dónde estamos” como Congregación y “hacia dónde el Señor nos invita a ir”.

En este tiempo especial de nuestro camino, nos hemos sentido acompañados y sostenidos por la oración de tantos hermanos y hermanas de la Familia Calabriana. En la comunión de los Santos hemos sentido la presencia de todos aquellos que nos han precedido a la casa del Padre, de modo particular San Juan Calabria, nuestro Padre Fundador, que nos ha invitado a permanecer fieles en el camino (Cf. Lc 24,13-35).
En los trabajos capitulares hemos tenido en cuenta la contribución de todos los hermanos y la invitación constante que el Espíritu de Dios hacía resonar en nuestro corazón, de vivir “conforme al estilo de vida apostólica”. Los signos de los tiempos actuales han tocado nuestra vida y misión, y ha sido una invitación a abrirnos a lo “nuevo” que el Espíritu hace germinar en la historia. Lo “nuevo”, consiste en un gran impulso de Dios Padre Providente a cada uno de nosotros.
El imperativo bíblico “levántate y camina… por el camino desierto” Hc 8,26), para nosotros, discípulos misioneros Pobres Siervos, es una invitación a renovar radicalmente la vida personal, comunitaria y de Congregación, anunciando con gratitud y alegría, el don del encuentro con Jesucristo. Este encuentro con Jesús nos brinda le certeza que somos hijos de un Padre Providente y misericordioso.

En este contexto, nos sentimos interpelados a proponer un programa, que desarrolle procesos dinámicos y creativos en la Congregación, para recualificar nuestra vida, basada y enraizada en Jesucristo, “camino, verdad y vida”.

Con “la mirada fija en Jesús” Heb 12,2), apoyados en la fuerza vivificante del carisma calabriano, acogiendo la riqueza de la diversidad e insertos en medio de los pobres a los cuales el Señor nos envía, con audacia y esperanza asumamos este proyecto, como semilla de la Buena Noticia del Reino de Dios y expresión de nuestro testimonio profético y evangelizador.
Agradecemos a todos ustedes que nos han acompañado y les invitamos a continuar unidos a nosotros en la gozosa aventura de llegar a ser “testimonios en toda la tierra” del amor Providente del Padre.

Los hermanos Capitulares