Delegación María Inmaculada

lunes, 15 de octubre de 2012

COV San Roque Gonzalez

La Comunidad del COV San Roque Gonzalez de Ciudad del Este, realizó una visita a la comunidad Divina Providencia de la ciudad de San Antonio. Esta visita fue un momento fraterno para los muchachos que se encuentran haciendo su etapa de discernimiento en el COV y a la vez para que conozcan la casa del Aspirantado-Postulantado.

Confirmaciones Rincón de Valentin





Carta del Padre Miguel por el año de la Fe


Verona, 10 de octubre de 2012
Queridos hermanos y hermanas de la Familia Calabriana, paz y alegría en la fe, unidos en la caridad fraterna y confortados por la esperanza.
Les envío mis saludos en este inicio del Año de la Fe. Sabemos muy bien como don Calabria vibraba y se regocijaba cuando en la Iglesia se tomaban iniciativas como éstas. El vivía de una manera toda particular estos momentos de gracia y llamaba a sus hijos e hijas a vivirlos de la misma manera.  
El Año de la Fe ha sido proclamado por el Santo Padre Benedicto XVI con una Carta Apostólica en forma de “motu proprio” porque es una iniciativa suya, inspirada por el Espíritu Santo en este momento particular para toda la Iglesia.
En noviembre del año pasado, cuando estuve en Roma, en un breve saludo que pude hacerle al Papa Benedicto XVI le expresé mi alegría diciéndole que para nosotros miembros de la Obra de don Calabria el Año de la Fe es muy importante ya que nuestro carisma es el de “reavivar en el mundo la fe y la confianza en Dios Padre”. Él, mirándome profundamente, me dijo que les transmitiese que “tenemos una gran responsabilidad y un carisma muy actual para el mundo de hoy”.
Tenemos un carisma especial: nuestra misión es reavivar en el mundo la fe. Este Año de la Fe debe ser profundamente sentido y vivido por nosotros, tanto a nivel personal, como en cada una de las comunidades de la Familia Calabriana en las distintas casas de la Obra en el mundo. No podemos dejar pasar de manera indiferente este don tan grande recibido del Padre. Don Calabria nos lo recuerda muchas veces en sus escritos: “Queridos hermanos, les recomiendo la fe, fe, busquemos estar siempre unidos al Señor por medio de una vida interior cristiana, religiosa en el verdadero sentido de la palabra; de no tener otro empeño que buscar el Reino de Dios. Dios tiene grandes designios para la Obra, designios propios para estos tiempos; de manera especial aquel de reavivar la fe en Él y en su Providencia. Hará milagros, siempre que nosotros no seamos obstáculos para los mismos”. (Don Calabria, Conf. Esort. * 5625).
Les he pedido a las congregaciones religiosas profundizar y preparar algunas iniciativas para vivir este Año de la Fe en profunda unidad con la Iglesia. Tomemos este año como una oportunidad para crecer personalmente y poder tener una fe profunda que nos ayude a vivir una vida centrada en Cristo.
Para nosotros miembros de la Obra el Año de la Fe coincide con el Año de la Reparación propuesto como camino de santidad para cada miembro de la gran Familia Calabriana. Les hago a todos los que pertenecen de manera diversa a la Obra un fuerte llamado a vivir una verdadera renovación y una verdadera conversión. Son muy oportunas, a propósito, las palabras de SS Benedicto XVI en su carta Apostólica: “La renovación de la Iglesia pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes… la Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación, y busca sin cesar la conversión y la renovación. La Iglesia continúa su peregrinación …En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados…” [1].
          Cada Delegación y cada comunidad religiosa prepare un programa para vivir de manera adecuada el Año de la Reparación en estrecha unidad con el Año de la Fe propuesto por la Iglesia, involucrando a los laicos que frecuentan la Obra.
Pienso que, con el aporte propio del carisma calabriano, podremos unidos  en comunión con la Iglesia caminar en unidad y fe el camino de santidad personal y comunitaria.
 Quisiera que todos tomásemos en serio el llamado que tantas veces hemos sentido que nos hizo don Calabria de vivir solo de fe, plenamente abandonados a su Divina Providencia. No podremos reavivar la fe en el mundo si primero no la reavivamos en nosotros mismos, en nuestras comunidades mediante una profunda adhesión a Cristo.
Les deseo a todos un buen inicio del Año de la Fe y guardo en mi corazón el gran deseo de que todos podamos dar nuestro humilde aporte, contando con la riqueza y la belleza del carisma que hemos recibido y que estamos llamados a testimoniar cotidianamente con nuestra vida.
Me confío a sus oraciones y los saludo y bendigo de corazón.
Fraternalmente.
Padre Miguel Tófful

[1] BENEDETTO XVI, Carta Apostólica en forma de Motu Proprio, Porta Fedei,11 ottobre 2012, n. 6.